Este libro me ha parecido maravilloso por el estudio que hace del ser humano ,ya que muchas veces nos
dejamos llevar por las apariencias .Nada es lo que parece, son fundamentalmente dos personajes solitarios ,
que viven en Paris en una finca de la alta burguesia,una es Renée,la portera de aspecto adusto y antipático,aunque cumple bien con su trabajo y el otro es una niña de doce años superdotada que no comprende el mundo y cree que lo mejor es suicidarse sino encuentra algo suficientemente importante que la haga camcbiar de idea.Lo sorprendente es que la portera con apenas estudios básicos le encanta leer y aprende y asimilam cualquier libro de los que ha leido tanto novelas como filosofia ensayo etc.
Paloma vive en el piso principal y es hija de un ministro del gabierno y analiza las conversaciones de los mayores y la hipocresia que hay en ellas.
La llegada de un hombre misterioso,japones las pone en contacto y les enseña a disfrutar de las pequeñas cosas,permitiendo que comprendamos que la amistad,el arte y el amor nos permitan ser felices y el contrapunto de su educación asiatica que nos hace ver que el mundo puede ser mejor
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